lunes, 30 de julio de 2012

Germán Santamaría: El Jardín de las Weismann



El Jardín de las Hartmann*

Germán Santamaría

Germán Santamaría
A los veintiséis años Jorge Eliécer Pardo entrega su primera novela al público lector colombiano. Se titula El Jardín de las Hartmann, tiene ciento quince páginas y sale en una pulcra edición de Plaza y Janés. Los esbozos que se habían perfilado en el libro Las primeras palabras, del que fue coautor junto con su hermano Carlos Orlando, confirman aquí una evidencia: Pardo posee la razón del narrador. En efecto, El Jardín de las Hartmann plantea una historia nítida, transida de connotaciones políticas y afectivas.

La llegada de unas hermanas alemanas a un pueblo cafetero de los Andes colombianos, crea un trastorno radical de todos los órdenes parroquiales. Ellas llevan el primer automóvil y con él inducen a la silvestre comunidad a una nueva categoría de expresión vital. El automóvil, por ejemplo, también implica una coyuntura para los alzados en armas, quienes en el fondo consideran que la máquina puede cambiar la desproporcionada correlación de fuerzas. Estos puntos de apoyo, que colindan con la sordidez de las luchas cruentas de hombres, se erigen en la novela de Pardo con una claridad insoslayable y con una funcionalidad coherente con todos los niveles de desarrollo sociológico del microcosmos sobre el cual opera la novela.
Pero al margen de este trasunto anecdótico, El Jardín de las Hartmann, sugiere un mundo que era ciertamente desconocido dentro de la joven narrativa colombiana:  el amor como expresión atávica de la sangre y de la violencia.  Es así como alrededor de la anécdota social crece un manto inasible de fuerzas recónditas, de insospechadas sutilezas, de angustias desencadenadas. Y es aquí donde Pardo logra su mayor acierto, aunque será, a no dudarlo, el aspecto más controvertido de su novela. Esto significa que la integración de las Hartmann a la comunidad del Pueblo crea un conflicto subterráneo tan rico y devorador como aquel que surge en las mejores novelas de William Faulkner. Un ambiente interior, un tiempo detenido y un turbulento río de pasión humana, aflora en cada una de estas páginas. Con una abundante pero mesurada dosis poética, la obra de Pardo no es ya el augurio sino la confirmación de un talento novelístico.


Germán Santamaría, nació en El Líbano, Tolima, en 1950. Periodista y narrador.

Libros publicados: Ambalema. (1986); Crónicas de Germán Santamaría. (1981); Colombia y otras Sangres: Díez años de Periodismo. (1987); El último tren. (1996); Los días del calor. (1970); Marilyn (1974); Morir ultimo. (1978); No morirás. (1992).




* Nota publicada, entre otros medios en Revista Diners, Bogotá, agosto de 1978, No. 101 y en Tolima 82, año 1978, No. 19, Octubre, página 7.

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