lunes, 30 de julio de 2012

Hugo Ruiz Rojas: El Jardín de las Weismann


El Jardín de las Hartmann*

Hugo Ruiz Rojas

Hugo Ruiz Rojas
Revista Cromos, 1978
Es este el primer libro del joven narrador tolimense, Jorge Eliécer Pardo y para su primera salida eligió nada menos que el arduo, complicado y difícil género de la novela. Sin embargo, si bien no puede afirmarse que Pardo salga airoso de la prueba no es menos cierto que logra sortear con habilidad muchos de los escollos que su propia narración le presentaba para poder contar esta historia.

 Y es que Pardo, como otros de su generación,  intenta fundir en una mágica mezcla realismo y poesía, crear una atmósfera ambigua que aún no logra escapar del sortilegio de García Márquez, especialmente en la cadencia de la frase y en el uso de los adjetivos.
Es preciso recordar que Pardo es un escritor ambicioso y confiado en sí mismo pues no de otro modo se explica que haya sido capaz de lanzarse a narrarnos la historia de esta familia de mujeres alemanas entreveradas en un pueblo del trópico, en medio de desafueros militares y una algo lírica y no muy convincente resistencia guerrillera.
El relato, no obstante las evidentes fallas anotadas, posee también su buena dosis de aciertos y por tal motivo puede leerse con agrado, siguiendo los desniveles de una prosa por momentos magnífica y en otros peligrosamente al borde de la cursilería, especialmente en los diálogos o monólogos amorosos.
William Faulkner
La novela o mejor nouvelle, como sabiamente llaman a este género los franceses por su extensión entre cuento y novela, o cuento largo y novela corta como tan bizantinamente se han empecinado en intentar clasificarla, trae un epígrafe de Faulkner, tomado de Una rosa para Emilia, y el texto del relato confirma a las pocas páginas la predilección de este joven autor por el gran maestro norteamericano y su mundo algo siniestro.
La visión de Jorge Eliécer Pardo, sin embargo, resulta más esperanzada. Pero aún no logra dotar a sus personajes de presencia física palpable, no logra dotarlos de una dimensión humana que es en última instancia lo que hace de una novela, pese a la nouvelle vague y el proclamado fin de la novela psicológica, algo perdurable.
Desde luego, estos personajes sólo pueden ser construidos a partir del propio uso del lenguaje y otros elementos. Pardo, es lo menos que podremos decir, da muestras de cierta soltura y ritmo contenido en muchos pasajes de su, por algunos aspectos, hermoso libro. Pero el camino es largo y recorrerlo es una verdadera tortura.

Hugo Ruiz Rojas, nació y murió en Ibagué, 1942-2007. Periodista y narrador.

Libros publicados: Un pequeño café al bajar la calle (1981); Textos para conciliar el sueño (1998). Los días en blanco (novela inédita).




* Nota publicada en la Revista Cromos, 1978.

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